"El anarquismo defiende la liberación de la mente humana ante el dominio de la religión. La liberación del cuerpo humano ante el dominio de la propiedad. La liberación ante los grilletes y las ataduras del gobierno. Defiende el orden social basado en la libre agrupación de los individuos."
El concepto era puro, simple, verdadero, me inspiró. Azuzó un fuego de rebeldía, pero al final aprendí la lección que Goldman, Prudhon y los demás aprendieron: Que la verdadera libertad exige sacrificios y sufrimiento. La mayoría de los seres humanos sólo creen que quieren la libertad, pero la verdad es que anhelan la comunión del orden social, las leyes rígidas, el materialismo. La única libertad que quiere realmente el hombre es la libertad de sentirse cómodo.
Esto lo volví a escuchar más tarde y le dió sentido al dicho de "TODOS LOS HOMBRES QUIEREN LLEGAR A SER UN TIPO DURO, PERO NINGUNO QUIERE TENER QUE PAGAR EL PRECIO".
En conclusión debemos darnos cuenta que tenemos que saber vivir entre corderos siendo lo más puros a nuestros principios pero sin dejar que la gran masa nos condene por ello, aprovechándonos de sus normas en nuestro propio beneficio. Somos libres de hacer lo que queramos en esta adulterada libertad que vivimos. Sólo tenemos que saber si estamos dispuestos a pagar el precio.
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